Mareas Azules

El tiempo casi llega... Los deseos son cada vez mas fuertes... El destino espera...

Friday, October 28, 2005

De como la Luna llegó a iluminar la noche....

Jugueteó tranquilamente con el pequeño conejo, mientras esperaba a que regresara Aurora.
Rió al ver cómo se movía la naricita del animal y decidió ponerlo sobre el agua a ver qué pasaba. Como si fuera un espejo, la borla blanca se deslizó suavemente sobre la superficie de la fuente de mármol, el agua que chispeaba al caer quebrando la luz en muchos colores, se convertía en un camino liso y perfecto cada vez que el conejo movía una extremidad.

Estaban en un palacio de alabastro, con suelos de jade rojo y tornasoladas sedas en las ventanas. La estructura de geometría inimaginable para Euclides, era una oda a la arquitectura universal, no había manera de decir si las columnas eran dóricas o la bóveda del salón era similar a la de una catedral o al Taj Mahal.

Helechos enormes y arborescentes cubrían los jardines dando sombras ligeras, los árboles frutales convivían tranquilamente con robles, encinos y oyameles. Lo que era impresionante entre toda la vegetación eran las flores.

Preciosas rosas, encendidas y vibrantes, desde el amarillo más brillante hasta el rojo sangre, florecían alrededor de las columnas, las bancas y las escaleras. Las orquídeas, violáceas y azuladas, daban un toque extra al ya exótico lugar. Cubrían las paredes formando aves, animales salvajes, paisajes, grecas y otros dibujos perfectos, como una enredadera cuidadosamente arreglada para crecer de manera caprichosa. Y qué decir de los jazmines, los jazmines blancos, de pétalos delicados que crecían asimétricamente por todo el castillo, inundando la atmósfera del aroma grato que liberaban, perfume exquisito como no se ha vuelto a conocer.

La niña era rubia, un rubio albeante que daba el aspecto de la plata. Su piel inmaculada apenas si daba el tono de vida, si no se podría haber supuesto que era una estatua de nieve y perla. Sus labios rosados, recordaban al capullo que apenas asoma del maternal follaje. Se puede reconocer a la que al florecer será bella, aunque apenas si empiece a crecer.

Escuchó un sonido, sus ojos azul oscuro, con pupilas tan profundas como el tiempo, enfocaron a la dama que se acercaba con paso veloz. Mujer de cabello leonado, sus ojos violetas parecían estar en una perpetua expresión de ensueño. La cascada de su cabellera arrastraba varios pasos tras ella, sin siquiera despeinarse. La tiara en su cabeza, engarzada de amatistas, daba el detalle final al porte majestuoso que imprimía.. Su piel apagada se veía casi transparente en comparación al blanco resplandor que imprimía la nívea muchacha.

-Pero Luna- Habló con voz cansada -Es que has vuelto a alterar al mar?- ...........

3 Comments:

  • At 9:16 PM, October 29, 2005, Blogger Señor de las Sombras said…

    Es siempre un placer saludarte, me gusta como escribes me gusta como eres, eres parte importante de mi Castillo.

     
  • At 11:41 PM, October 29, 2005, Blogger Der Fenrir said…

    La luna, hermosa criatura, aquí una niña inocente. Una visión muy intrigante para un ser tan antiguo y bello.

    ¿Qué relatos nos compartirás acerca de ella?

     
  • At 9:27 AM, November 03, 2005, Anonymous Anonymous said…

      Luna, tan hermosa como siempre y más hermosa que antes, esa pequeña niña que ilumina mis noches y mis historias más preciadas. ¿Qué he de hacer para que seas siempre mi guia y compañera?

    Ealan vaiwa, ealan lume
                Alion

     

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