Mareas Azules

El tiempo casi llega... Los deseos son cada vez mas fuertes... El destino espera...

Thursday, October 20, 2005

R....

La voz bajo las olas tiene un eco especial. No hay bóveda, cueva o risco que se compare a la acústica del mar.
Así habló Madre Perla a los diez pares de cuentas que la seguían sin cesar.

Ella era vieja, más vieja que las nacientes de piedra, más aún que muchas entrañas de la tierra. Su nívea cabellera cubría una gran área alrededor del acumulado de conchas desde el que explicaba a las inocentes criaturas los secretos de la música marina. Si uno observaba bien, los finos hilos de plata se convertían en tiras de agua que al final daban vida a todas las corrientes marinas. Aún así, su rostro impasible era divino, tan pronto se veía muchacha como se notaba su hermandad con los inicios del planeta.
Cuatro pequeñas damas marinas, agitando aletas de seda, probaban sus cantos dentro de enormes caracoles, más grandes que ellas, los cuales devuelven el sonido tan magnificado que pueden apreciar la más leve falla. La quinta, mira desganada sus brillantes escamas y su piel tersa.

¿Es que no vas a cantar?
Madre, dice con lluvia en la voz, sólo velas.
Preciosas, perfectas, poseen todo lo que nunca tendré.
¿Y que es eso que tanto deseas?
Saben lo que son, saben quienes son….


La respuesta acaba en un suspiro que forma una burbuja huidiza, que refleja las añiles estrellas que cubren la cola de las cuatro nereidas.
La anciana acerca la mano violácea y pasa los dedos entre la oscura cabellera de la que siempre verá como niña. Tu tienes algo que no tendrán ellas, tu destino está empañado por algo más que espuma y arena, tu lugar no es este, pero llegarás a él, lo sé tanto como conozco toda empresa a la que han de entrar todos y cada uno de los seres que pasean dentro de esta vieja. Ahora dame una nota, una sola.

Ella volteó a ver la superficie, lejana, abstracta y deseada cada vez más por su alma. Y como buscando un rostro entre la luz que se filtraba en el agua, dejó salir su canción.

La cascada musical fue como ver el despertar de un sueño maravilloso bajo la marea. La voz corrió como el reflejo de la luna llena, tiñendo de plata todo sentimiento cerca. Tenía la habilidad embriagante de las Sirenas, sin la mortal consecuencia.

Ocho pares de ojos zafiro voltearon incrédulos a verla. La Damiselas de las Olas Azules entendieron entonces porque había una nueva integrante entre ellas.


Ahora… dijo La Voz de las Aguas, con la alegría enmarcada por su cabello de plata.

Ve.

Ella miró el quinto enorme caracol, que con ondas caprichosas decoraba su pared blanca. Se levantó con gracia, sus piernas con el paso de las mareas eran cada vez más ágiles en el agua.


Se adentró en el caracol.
Cerró los ojos.
Respiró profundo...

Y volvió a cantar.

3 Comments:

  • At 3:39 AM, October 21, 2005, Blogger Señor de las Sombras said…

    Es bueno siempre verla sin los ojos, usted hoy, ya es parte de mi castillo.

     
  • At 10:19 AM, October 21, 2005, Anonymous Anonymous said…

      La comunidad crece... (iterpretese como sea).

      Las mareas son consecuencias de grandes movimientos organizados para mantener un cierto equilibrio entre los ecosistemas... y pensar que sólo dos tipos de elementales están involucrados en eso... Prefiero la restauración brusca que provoca un huracán. (pero no me gusta lo que hace con la gente)

      Esta vez las aguas me han llevado lejos, buscando una hoja perdida, pera continuar una obra de teatro, y he encontrado, de nuevo, esa hermosa voz que sale del mar.

    Ealan vaiwa, ealan lume
                Alion

     
  • At 5:38 PM, October 21, 2005, Blogger Der Fenrir said…

    Yo... descubridor de nereidas de 2 patas,... preguntarme a donde van esas voces que salen del caracol.....

     

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