Mareas Azules

El tiempo casi llega... Los deseos son cada vez mas fuertes... El destino espera...

Wednesday, November 09, 2005

De como la Luna llegó a iluminar la noche.... (Cont. 4)



La habitación pareció iluminarse con el tenue fulgor violeta de Aurora, quien se acomodó en un sillón de terciopelo frente a los presentes.

-Para mi desgracia, amor, soy enlace entre el Día y la Noche, ello me ha dado el don de ver acontecimientos que vendrán- explicó suavemente. -Nosotros tres venimos del Día, quien vive a través del ciclo que tú y yo hacemos, mas nunca había conocido a ningún hijo de la Noche… hasta hoy-

Volteó a ver a Joenoc. Después de la pausa continuó –Luna jamás ha participado en la formación del día, pero ahora entiendo que es porque a pesar de su luz, no le pertenece…-

Joenoc sonrió y tomó la mano de Luna –Yo la he amado desde siempre, la conozco desde antes, he vivido cerca tanto tiempo que no podría existir sin ella. Sé que ella debe venir a la noche, conmigo-

Furioso, Sol espetó – Tú? Quién te crees tu para equipararte a ella?- Aurora bajó la mirada.

El fulgor encarnado de los ojos del joven se acentuó –Tu eres un astro, el máximo símbolo del día, pero hasta ahí, eres parte del Día- Sonrió siniestramente –Yo soy la Noche-

Luna en ese momento, miró a Sol socarronamente y canturreó –Querías a alguien digno de mí, no es así?-
Sol, confundido, miró a su esposa y a la pareja de amantes. De dónde había salido este hombre, porqué Aurora se veía tan triunfante, pero lo que más le dolía era ver el desprecio en la mirada de Luna.

-Nos vamos pues- Dijo Joenoc de repente –El mundo ya está bajo mi dominio y es hora de que Luna lo conozca.

Tranquilamente él y Luna salieron; un corcel negro, con brasas ardientes en los ojos y alas emplumadas los esperaba. Era tan grande que podían montarlo cómodamente. Al primer gesto de Joenoc, se elevó y surcó las sombras en silencio.

Al verlos partir, Aurora agradeció al Universo haber hallado a alguien para su hermana. Pero el Astro Rey, herido, juró que algún día la dama blanca sería suya.

Joenoc y Luna se fueron a un castillo tan magnífico como el que habitaba la joven antes, sólo que este era de techos de ébano y paredes de granito negro. El suelo era igualmente de jade sangre, los jardines estaban llenos de enredaderas, pinos, robles, nogales, cedros y arbustos frutales. Pero a partir de su llegada, los jazmines hicieron su aparición, inundando los salones y los pasillos de su fragante aroma. Eran muy felices y cuando Luna se enteró de que iba a ser madre, se llenaron de alegría.

Ella tomaba paseos con Joenoc cuando la noche cubría la Tierra, se maravillaba de la increíble cantidad de paisajes y seres que tenía el mundo. Había ciertos animales que se animaban con su presencia, como peces, ballenas enromes y aves nocturnas como lechuzas.

Pero en especial, los lobos parecían tenerle cariño a la dama, aún y cuando a Joenoc no parecían gustarle mucho. Mientras su esposo vestía al mundo de negro, la luz plateada de Luna atraía a los lobos, muchos aullando de alegría al verla. Ella acariciaba de vez en cuando a algunos, dejando marcas grises y blancas por donde su manita había pasado. Los pocos lobos con los que Joenoc llegó a entenderse, lo cuidaban como fieles guardianes, y a cada palmada se volvían más oscuros, hasta convertirse en seres tan oscuros como el cabello de su amo.

Pero así como ellos estaban unidos de noche, Aurora y Sol estaban más lejanos cada día. Aún ante los recientes hechos, Aurora seguía deseando darle un heredero a su esposo, hasta que al final, le fue concedido….

2 Comments:

  • At 8:26 AM, November 10, 2005, Anonymous Anonymous said…

      Sol debería revisar eso... o tal vez no, porque si se entera de que es esteril, se acabaría el encanto y a la pobre de Aurora le iría muy mal...

      En fin, sigu escribiendo, para que yo siga leyendo.

    Ealan vaiwa, ealan lume
                Alion

     
  • At 1:55 PM, November 10, 2005, Blogger Der Fenrir said…

    Muy bueno, tengo que admitir que me has sorprendido. No había relacionado a Joenoc con la noche, mas bien me había imaginado que Aurora había hecho una extraña magia sobre aquel conejo, únicamente para confundir a Sol, ja ja ja.

    Ah, además eso de los lobos te quedo genial, sobretodo lo de los cambios de color que causa la noche y Luna sobre ellos. Entonces en teoría yo me hubiera llevado bien con la noche, y también haber sido acariciado por luna... ;)

    Y además ¿Quien será aquel hijo de Aurora?

     

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